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#LaEditorial | Regresar al pasado

Cuando un pueblo no se interesa ni se ocupa de la vida política de su comunidad, siempre terminará en las manos de los que si se ocupan y de los que se aprovechan de esa apatía, ignorancia e irresponsabilidad. Existen muchas maneras, creencias, formas o ideologías para decidir el tipo de gobierno con el que se administra un país, y en términos generales existen muchos ejemplos en el mundo sobre que tipo de gobierno tiene mejores resultados que otros… Hoy mismo existen dos modelos predominantes en el mundo, uno de ellos el capitalismo, sistema de gobierno que privilegia la economía como base para lograr mejores niveles de vida; y en el otro extremo el socialismo que se vale de gobiernos populistas y que privilegia la igualdad social, la austeridad, el control social, el gobierno como controlador de la economía, la política, la seguridad, los servicios, las libertades, bajo la promesa de repartir la riqueza ( mientras exista) entre todos, hasta lograr el sueño de la igualdad, un sueño hasta ahora no logrado en ninguna nación, simplemente porque atenta contra la propia naturaleza humana que nos hace diferentes unos a otros con capacidades y motivaciones diferentes, con aspiraciones y esfuerzos diferentes… Ninguno de los dos modelos garantiza mejorar la calidad de vida de nadie por el solo hecho de ser capitalista o socialista, porque uno exige esfuerzo y el otro sumisión… En el capitalismo la productividad es la base para lograr mejorar la economía familiar y es la economía la que te permite acceder a mejores servicios, mejores oportunidades de desarrollo, mayor libertad, mayor capacidad para decidir, para elegir, para vivir… El problema es que al privilegiar la economía, los esfuerzos y las capacidades termina por generar un mayor desarrollo, más riquezas, más oportunidades y al mismo tiempo más desigualdades pues siempre habrá un porcentaje de población con menores capacidades, menores oportunidades, con menores ganas de hacer los esfuerzos necesarios y se termina por generar sociedades en las que conviven de manera muy diferenciada quienes aprovechan las oportunidades, los privilegios, las capacidades para acumular riqueza, y en grandes proporciones una buena parte de la población que solo acumula pobreza, frustración, enfermedades, falta de oportunidades, y no terminan por encontrar los equilibrios suficientes como para ser un modelo económico al que aspiremos todos. Por el otro lado el socialismo es una forma de gobierno dominada por la ideología, por la fantasía de la igualdad, por la promesa de la igualdad basada en repartir la riqueza en partes iguales sin exigir los mismos esfuerzos… El socialismo promete gobiernos que defenderán y protegerán a los pobres, les promete que se encargara de todo, los servicios, la seguridad, la economía, la infraestructura, tan solo a cambio de su voto… En términos generales y muy simplistas cada forma de gobierno atrae a sus votantes con estrategias y promesas diferentes… en capitalismo promete mejores oportunidades de vida, de trabajo, de crecimiento, de servicios pero exige muchos esfuerzos, privilegia las capacidades y se desentiende en muchos casos de un gran sector de la sociedad que no encuentra esas oportunidades, que no tiene esas capacidades o que no esta dispuesta a entregar su vida a cambio de un sueldo muchas veces insuficiente… En el socialismo promete en cambio alcanzar la soñada igualdad con la entrega de apoyos y becas a quienes menos tienen, la promesa permanente de repartir la riqueza (mientras exista), de privilegiar a los pobres, asume que el gobierno es responsable de que todos vivan iguales aun en la pobreza; promete encargarse de todo aunque no sea eficiente en casi nada… En fin… Por ahora vivimos en un gobierno socialista, que ganó su oportunidad de gobernar con votos legítimos y que a diario nos repite que los enemigos del país son los ricos, los que gobernaron antes, los que nos hicieron pobres, nos pide definirnos entre leales al presidente o ser traidores a la patria, intenta modificar las leyes para que el gobierno controle las elecciones, decida las reglas y cuente los votos como hace treinta años… Mientras nos dividen entre neoliberales, conservadores o socialistasy deciden nuestro futuro, mientras nos hacen a unos enemigos de los otros, los políticos se reparten el país mientras nosotros vemos en mundial de fut bol.   Si no nos interesamos en lo que hacen