Pinal de Amoles, Qro.- Ciberdelitos como el grooming, sextorsión, sexting y stalking, comienzan a presentarse en menores desde los 12 años en adelante en Pinal de Amoles, muchos de ellos identificados durante los recorridos en escuelas y comunidades como parte del programa "En Querétaro queremos con el corazón", realizado por el área de Prevención del Delito.
Jorge Mendoza el Trabajador Social en esa área explicó que de éste tipo de delitos cometidos con el uso de celulares y relacionado con plataformas digitales se incrementó principalmente durante la pandemia cuando todos los menores tenían en sus manos una tableta, computadora o un celular con acceso a internet y por las dinámicas familias, muchos de ellos solos y sin restricciones.
El funcionario detalló que en ese municipio en lo que va de la administración han conocido de 20 casos relacionados con Ciberdelitos, aproximadamente un 5% de los casos que realmente son cometidos, pero ninguno de ellos llegó a la denuncia formal, principalmente por temor a ser juzgados por la familia, las autoridades o sus propios amigos.
Desafortunadamente dijo, "el avance de la tecnología va a paso veloz y muchos padres desconocen desde el uso de los celulares, redes sociales, hasta la diversidad de riesgos por contenidos que enfrentan los jóvenes y niños, pero peor aún, que las imágenes que de forma inocente suben o comparten, son usadas después, para extorsionarlos".
De acuerdo con información de INEGI (MOCIBA-2020) en Querétaro el 23% de la población de entre 12 y 29 años vivió algún tipo de variante de ciberacoso siendo 2019 el año con mayor número de casos. El informe detalla que la ocurrencia según el nivel educativo fue casi 40% de los casos en primaria, 31% en el nivel medio superior y 30% en nivel superior.
Algunas de las situaciones de ciberacoso que vivieron hombres y mujeres de 12 años en adelante fueron realizadas desde una cuenta falsa con mensajes ofensivos en el 37% de los casos, seguido de insinuaciones o propuestas en un 36% y recibir contenido íntimo en un 31%.
De los casos conocidos, el 36% de los queretanos mayores de 12 años experimentó algún tipo de insinuación o propuesta, lo más grave es que en el 58% de las situaciones no se identificó al acosador al no tener relación con la víctima, lo que generó enojo, desconfianza, inseguridad, estrés, frustración, miedo, entre otros. Según el reporte, el 70% de las víctimas principalmente mujeres, decidieron bloquear la cuenta desde donde eran molestadas y otras ignoraron al no contestar, como medida de protección.
“Hoy si tu vas a una primaria o secundaria los casos cada vez son más fuertes y frecuentes por eso queremos recomendar a los papás que revisen los celulares de sus hijos, que hablen con ellos, que tengan confianza en las autoridades para poder denunciar, porque sabemos que existen los casos, pero por el temor a sentir que hicieron algo malo no acuden y seguramente los están presionando a realizar cosas que los siguen poniendo en riesgo”, concluyó el funcionario.
Tipos de ciberdelitos
Según Save the Children, el grooming es una forma de acoso que implica que un adulto se pone en contacto con un menor de edad con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego involucrarle, en una actividad sexual, normalmente online, aunque también puede llegar a darse un encuentro sexual real.
Como este tipo de acoso suele producirse en el medio online, los acosadores suelen hacerse pasar por menores (incluso llegan a adoptar un lenguaje típico de la edad del menor al que acosan) para ganarse más fácilmente la confianza de sus víctimas, también menores.
Según Internet Segura for Kids (IS4K), el sexting es una práctica de riesgo, que puede involucrar o no a menores, que consiste en enviar a través del teléfono móvil u otro dispositivo con cámara, fotografías o vídeos producidos por uno mismo con contenido sexual. El riesgo está en que una vez enviados estos contenidos, pueden ser utilizados de forma dañina por los demás.
Stalking u hostigamiento (o ciberacoso) es el término que se utiliza para referirse a la situación que se crea cuando una persona persigue a otra de forma obsesiva a través de mensajes, llamadas, persecución, etc. Con la aparición de las redes sociales, esta situación es cada vez más común y más peligrosa.
Por ello, con la llegada de Internet este delito se ha agravado debido a que es mucho más fácil conseguir información de las personas, aunque en algunos países esta práctica no se considera concretamente un delito todavía.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) define la sextorsión como una forma de chantaje en el que el atacante amenaza a la víctima para que realice algún tipo de acción específica con el fin de no hacer públicas imágenes o vídeos con connotación sexual, que previamente le ha enviado.
Por lo general, el perpetrador tiene (o dice tener) algunas imágenes o El modus operandi de la sextorsión es similar al de las estafas de chantaje en línea, como por ejemplo la estafa amorosa.