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Con el objetivo de compartir una visión práctica del actuar de los líderes de hoy en las empresas que atraviesan una crisis; la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación en Querétaro, organizó la plática virtual gratuita “Actitud disruptiva en la crisis de los negocios”.

Fernando Contreras, representante de “Aspel”, explicó que aún cuando el concepto disruptivo podría representar una amenaza, dentro del ámbito empresarial debe verse como una invitación a hacer las cosas de manera diferente.

“Convertirse en un negocio disruptivo necesita de la visión compartida dentro de las organizaciones, una visión con la que cuentan aquellas empresas con un liderazgo fuerte que sabe transmitir sus directrices al equipo para conseguir un buen funcionamiento del negocio”.

Explicó que los líderes necesitan fomentar ambientes de trabajo que brinden oportunidades de aprendizaje y nuevos roles desafiantes internamente, ya que de lo contrario, los colaboradores no encontrarán satisfacción y crecimiento en su trabajo y se irán a otra compañía, por eso deben verse como una unidad clave de innovación: “las personas, no las empresas, son la unidad básica de la innovación y la disrupción, ya que les gusta aprender, pensar y participar en la resolución de problemas y el desafío. Sin una estrategia para el desarrollo de talento, estaríamos arriesgando peligrosamente la productividad de los negocios”.

Fernando Contreras apuntó que ante una crisis, es fundamental el dinamismo y que la empresa cuente con una capacidad de transmisión del liderazgo para que todo el equipo reme en una misma dirección y es que dijo, las crisis vistas desde una perspectiva tradicional, son sólo un conjunto de problemas: “las compañías que asuman un rol que los interrumpa, serán capaces de transmitir a sus trabajadores una versión participativa y clara, de lo que hay que hacer para resolverlos”.

Finalmente señaló que si las personas no son creativas y trabajan de forma disruptiva, las empresas y las tecnologías tampoco van a cambiar ni a perdurar: “hoy más que nunca se necesita interrumpir prácticas obsoletas en las empresas, maneras poco funcionales de hacer las cosas, interrumpir todo aquello que no sume y que no construya nada”.

  • Invitan a profesionalizar negocios, que busquen como objetivo principal, generar utilidades

Durante la charla virtual organizada por la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación en Querétaro; Armando Domínguez, consejero independiente, especialista en Institucionalización de Empresas Familiares; explicó la necesidad de deschangarrizar a las empresas y llevarlas a la profesionalización; es decir, dejar de tener negocios que tengan como único objetivo las ventas y tener empresas que busquen incrementar sus utilidades.

“El changarro piensa en crecer las ventas, aceptando todo tipo de clientes, aun cuando no te dejan dinero o no te pagan a tiempo, además de que está en manos de un autoempleado, aunque tenga muchos colaboradores y la empresa profesionalizada, busca en crecer las utilidades y no está dispuesta a no generar cosas sin que le signifiquen ganancia y se caracteriza por delegar la operación del negocio”.

Explicó que “hace 20 años, la gente tenía un changarro, abría las cortinas y vendía bien, con eso pagaba escuelas, hipotecas y hasta viajes; pero de unos años para acá, esto se ha ido frenando y, de 10 años para acá, los empresarios han tenido la necesidad de empezar a hacer una estrategia y a profesionalizar sus negocios”.

Armando Domínguez señaló que al momento en que los negocios van creciendo, comienzan a tener una serie de requerimientos, para los que no están preparados, por ejemplo, fiscales, legales, laborales, de mercadotecnia, de tecnología: “en ese momento, los dueños lo que hacen es seguir creciendo, sin tomar en cuenta esas vicisitudes que van aumentando alrededor de las empresas. Por eso es importante que un changarro acuda a personas que le ayuden a estructurar un Consejo Consultivo, que esté por encima de la dirección general, aunque sea el dueño y que le ayuden a llevar su negocio a un nivel de profesionalización”.

La clave dijo, es tener la habilidad de contratar a las personas adecuadas y la habilidad del fundador, de hacerse a un lado de la operación y dedicarse a crear más negocio: “cuando tu negocio tiene más de 6 años en el mercado o cuando ya llegó a la línea entre pequeño y mediano, ahí es cuando te puede ayudar un Consejo a profesionalizar”.

Finalmente, Armando Domínguez, quien agradeció al Presidente de CANACINTRA, Jorge Rivadeneyra esta charla, dijo: “no es lo adecuado vivir en un changarro, quien tiene el valor de poner un negocio y crecerlo, la ilusión es generar dinero, un estilo de vida y un bienestar social. El tema de México hoy es que la gran mayoría de dueños PyMEs changarrizan sus negocios, lo que necesitamos no es que nos hagan préstamos, sino profesionalizarlos y eso se lleva un plazo máximo de dos años”.

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