La confusión se debió a que el Sistema Sismológico Nacional acostumbra dar como referencia la mayor concentración poblacional cercana al movimiento, que en este caso fue Cadereyta.

El sismo se registró en los límites de Querétaro con Guanajuato, a 5 kilómetros de Atarjea, Guanajuato; 16 kilómetros al noroeste de la cabecera municipal de Pinal de Amoles; a 28 kilómetros al oeste de Jalpan y a 35 kilómetros del sur de Arroyo Seco.

El sismo fue alto, pero con 3.5 aún está catalogado dentro del rango de microsismisidad; si se sintió o no corresponderá indicarlo tanto a la población de la zona como a la unidad correspondiente de Protección Civil.

El sistema sismológico es reciente, de tal forma que no se puede simplemente intentar decir que los sismos de mayor intensidad aquí no se registran.

El 90 % del territorio mexicano es susceptible de resentir sismos, en Querétaro se tiene el reporte de que en 1989 ocurrió uno de 5.4 en Landa de Matamoros, energía exponencial que se traduce en 900 veces más la provocada por el sismo de este fin de semana.

“No (se trató de un sismo con) registro, (se tiene de él) reporte, porque para 1989 en México todavía no existían los sismógrafos… esos son valores estimados por diferentes investigaciones que se han hecho”.

 Los sismos tienen diferentes causas, el que ocurrió en Pinal se debe a las estructuras que componen a la Sierra Madre Oriental.

La Sierra Madre Oriental llega hasta la mitad del territorio de Estados Unidos, en ese recorrido presenta miles de fallas geológicas que van desde 1 centímetro hasta decenas de kilómetros; los sismos pueden ocurrir en cualquier población que esté sobre la estructura o alrededor.

Existen zonas del sur que se encuentran sobre la estructura en las cuales los sismos ocurren todos los días, mientras que hacia el norte existen aquellas en las que pueden ocurrir cada año, dos, 100, 500 o mil años; cada lugar tiene características particulares.