Jalpan de Serra, Qro. Ella es Francisca Ponce García, vecina de la comunidad de El Limoncito, Jalpan de Serra; el 02 de junio de 2019 le pidieron entregar $19,000 pesos y adquirir un crédito por $96,000 pesos, para la construcción de una vivienda de 53 metros cuadrados.
Vive con sus padres, don Lino y doña Guadalupe, de 80 y 78 años de edad, en una casa de lámina, cercada con adobe; con la propuesta de vivienda, por fin podría darles a sus padres un espacio más digno para pasar su vejez.
Hoy acudió a la Caja Sierra Gorda a solicitar la devolución de los $71,000 pesos que hasta ahora ha aportado, puesto que vivienda jamás le construyeron.
Francisca, a sus 45 años de edad, se desempeña como trabajadora doméstica en la delegación de El Saucillo, en donde gana $100 pesos diarios; aun así, jamás ha dejado de pagar las mensualidades de su crédito ($2,900.00).
Ella sí ha cumplido, pero a ella no le cumplieron. Lo peor es que quizá nunca le cumplan.
Recuerda que el día martes 02 de junio acudió en la cabecera municipal a una oficina situada en la Plaza Mayar, en donde entregó 19 mil pesos al C. Asael “N” y ahí firmó el crédito de 96 mil pesos, pagadero a 7 años: $243,000 pesos.
Desde entonces, a pesar de la puntualidad en sus pagos, para los que incluso ha adquirido nuevas deudas, solo ha recibido a cambio promesas incumplidas para comenzar con la construcción de su vivienda que contempla dos cuartos pequeños, un baño y una pequeña sala-comedor.
La encargada de la sucursal de la Financiera, le mencionó que aquí no pueden darle respuesta, que tiene que solicitarlo en la matriz de la Ciudad de México.
Al hablar 01 800 000 0274 (Caja Sierra Gorda) en la ciudad de Querétaro, éstos dijeron que el monto de ese crédito y de una decena de afectados, lo transfirieron a Well Constructora, una empresa establecida legalmente en la ciudad de Mérida, Yucatán.
Dicha Constructora, cuyo encargado es el supuesto Ingeniero Juan Cruz ya no contesta las llamadas telefónicas ni los mensajes de texto.
Hoy la señora Francisca se encuentra desesperada, en primera por frustrar sus sueños de contar con una vivienda propia, en segunda porque ya son 71 mil pesos los que ha entregado a la Caja y en tercera, porque tiene la obligación de seguir pagando el crédito, aunado a que tiene el deber moral de seguir cuidando de sus padres, para brindarles alimentación, medicamentos y los gastos del hogar.