“Esto es un genocidio a nuestra naturaleza, a lo más valioso que tenemos” agrega la joven profesionista, quien pidió permanecer en el anonimato para evitar represalias por alzar la voz, recordando además que cuando hay un incendio forestal hipócritamente todos se lamentan, mientras que por otra parte destruimos lo que tenemos a nuestro alrededor, sin dolor alguno.
“Nos quejamos de malos gobiernos cuando los cambios vienen desde el núcleo familiar y aquellos valores que nos forjan” puntualiza la joven, originaria de la comunidad landense de La Vuelta.