No se nota el bienestar del Gobierno Federal en el campo mexicano, reprocha Sonia Rocha a titular de SADER

La diputada federal por Querétaro, Sonia Rocha Acosta acusó al titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno Federal, Víctor Manuel Villalobos Arámbula de encabezar una política selectiva para el desarrollo agropecuario en el país pues estados como Michoacán, San Luis Potosí o Querétaro, así como pequeños productores, han sido abandonados por el Gobierno Federal.
“El sector ha sido agraviado por su indiferencia. No se ha podido darles el lugar primordial en el desarrollo económico y social de México. No se ha reconocido como piedra angular del crecimiento local”, aseveró en una intervención previa a la comparecencia del funcionario ante el pleno.
Señaló que la redirección de recursos a programas como “Jóvenes Construyendo el Futuro”, el registro de subejercicio y la suspensión de programas han provocado un grave retroceso para un sector que, a pesar de la pandemia y la sequía, ha crecido.
En lo que respecta al Estado de Querétaro habló de los productores de la Sierra Gorda y el Semidesierto como una población ajena a la acción pública del Gobierno Federal en aras de su crecimiento.
“En el Estado de Querétaro, especialmente en la Sierra Gorda y el Semidesierto queretano no encontramos el bienestar que pregona el Gobierno Federal. Lejos de eso, encontramos la indiferencia de programas selectivos que no llegan a todo el país.
“En los estados productores somos testigos de las carencias que se han desarrollado a raíz de la pandemia, la sequía y la llegada de la mal denominada Cuarta Transformación”, sostuvo.
Finalmente, aseveró que el Gobierno Federal se ha convertido en una pesadilla para miles de productores que en aras de la austeridad han padecido la indiferencia de las autoridades.
“Hoy las y los campesinos no le tienen miedo al pulgón o gusano cogollero que son letales para el campo porque en este momento, la plaga de la indiferencia y el olvido ha sido más dañina que ninguna otra.
“La mano que se decía amiga y venía a dar esperanza se ha convertido en el peor de sus azotes”, constató.