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La falta de fuentes de energía renovables intermitentes y el poco margen de reserva, afectarían el sistema energético nacional

El sistema energético nacional puede sufrir afectaciones por la falta de fuentes renovables intermitentes y debido a que hay poco margen de reserva, podrían tenerse problemas en la estabilidad de la red, a partir del 2021; así lo señaló Lorenzo Arena, director de la empresa INCO, ante socios de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación.

Dentro de la plática “Razones técnicas y económicas detrás de la problemática de las energías renovables intermitentes”, organizada por Canacintra Querétaro y Canacintra San Juan del Río; Lorenzo Arenas explicó que las 17 centrales eléctricas eólicas y fotovoltaicas con suspensión temporal de prueba, debido a la instrucción del gobierno federal; es decir, que están prácticamente terminadas y listas para entrar en operación, representan 2 mil 326 megawatts, cantidad mayor a la capacidad actual que tiene el país en generación con este tipo de energías.

El director de INCO señaló que dentro de la capacidad instalada en este momento, la energía fotovoltaica representa tan sólo el 2.6 por ciento de lo que aporta el sistema de energía al país, mientras que la energía eólica, representa el 6.8 por ciento; esto de acuerdo con datos publicados en diciembre del 2018.

Agregó que: “estas dos tecnologías aportan el 3.24 por ciento de la energía que consume el país” y recordó que México se comprometió para el 2030, a lograr que el 30 por ciento de la energía proviniera de fuentes limpias, a fin de mitigar la generación de Gases de Efecto Invernadero: “30 por ciento de las emisiones equivalentes a la producción del país en condiciones convencionales. Hoy está certificado para el sistema eléctrico nacional, en .52 toneladas de CO2 por megawatt, por lo que la idea entonces, es mitigar el 30 por ciento de esta cantidad, lo que no significa que este porcentaje se abastezca de energías 100 por ciento limpias”.

De igual manera, señaló que en el 2020 se ha visto una caída importante en la demanda de energía, debido a la contingencia sanitaria, ya que dijo, la industria ha tenido que interrumpir sus actividades: “cuando no había pandemia, esta energía solar y eólica representaba como el 8 por ciento total del sistema, pero con una caída en la demanda del sistema eléctrico nacional, representa hasta el 11 por ciento y este a su vez, genera problemas en el proceso de generación y distribución, además de pérdidas de voltaje y pérdidas de frecuencia. Este problema que se empezó a vivir de manera importante este año, motiva de alguna manera a encontrar una debilidad en el sistema eléctrico nacional, en el que, con las nuevas centrales, este 11 por ciento pudiera representar el 16 o 18 por ciento en algunos momentos del día, lo que puede hacer inoperante al sistema eléctrico nacional y traer consigo, varios problemas”.

Finalmente, el director de INCO, Lorenzo Arena, añadió que el sistema eléctrico nacional tiene dos debilidades, la primera dijo, es que se puede sufrir afectaciones por la falta de fuentes renovables intermitentes y la segunda, es que hay poco margen de reserva, lo cual hace predecible que existan problemas de estabilidad en la red, a partir del año 2021, lo que ocasionaría fallas de intermitencia de uno o dos segundos, tal como pasó entre el 2001 y el 2005, aquí en nuestro país.