Tanto el gobierno de Venezuela como la oposición liderada por Juan Guaidó se refieren al veterano de guerra de Estados Unidos, Jordan Groudeau, como una de las personas que habría estado detrás de la incursión militar del 3 de mayo en la costa venezolana de Macuto, y por la que el Ejecutivo venezolano denuncia a Colombia y al país norteamericano.
“El objetivo central era matar al presidente de Venezuela”. Así lo reiteró el mandatario Nicolás Maduro este este día durante la reunión virtual que sostuvo con los líderes del Movimiento de Países No Alineados.
Y es que desde el pasado domingo, el gobierno venezolano ha denunciado que capturó a por lo menos dos personas en un operativo en el que además murieron otras ocho, a quienes las autoridades califican de "mercenarios". Venezuela indica que ellos habrían llegado por mar a la ciudad de Macuto, en el estado La Guaira, un lugar situado unos 36 kilómetros al norte de Caracas, la capital del país. La versión oficial venezolana es que las administraciones de Colombia y Estados Unidos habrían financiado el plan fallido.
Ahora, Maduro dice que los capturados ya declararon todos sus planes y que el gobierno tiene las pruebas -que incluirían videos- de que el grupo se entrenó en territorio colombiano. La pieza clave del caso, según sostuvo el mandatario, sería un asesor militar de Estados Unidos que habría colaborado en las guerras de Irak y Afganistán.
El presidente sostiene que dicho capturado, de quien no dio el nombre, probó a través de contratos que la oposición venezolana liderada por Juan Guaidó fue la que preparó la expedición de mercenarios “para asaltar Venezuela e intentar matarme”. Sin embargo, Maduro no mostró las pruebas a la prensa y dijo que revelarían algunas el día de mañana.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reveló este lunes detalles sobre la incursión armada marítima que buscaba desestabilizar a la nación suramericana, asimismo, denunció que en los actos terroristas participó el Gobierno de Colombia y el presidente estadounidense, Donald Trump.
"Se está preparando desde Colombia un ataque terrorista contra Venezuela (...) el Gobierno de los Estados Unidos (EE.UU.) decidió utilizar el tiempo de la pandemia para un ataque terrorista, de llenar de violencia al país y tener justificación para otra escalada militar de intervención", indicó el jefe de Estado.
El Alto mandatario aseguró que ante la tragedia humanitaria suscitada en EE.UU. por la Covid-19 intentan desviar la atención pública atacando a Venezuela, "son acciones estratégicas de Washington para desviar la atención. Es criminal hacer esto en medio de una pandemia", agregó.
El plan era simple, pero peligroso. Unos 300 voluntarios fuertemente armados se colaron en Venezuela desde el extremo norte de América del Sur. En el camino, atacarían bases militares en el país socialista y provocarían una rebelión popular que terminaría en el arresto del presidente Nicolás Maduro.
¿Qué puede salir mal? Como resultado, casi todo.
El líder del complot ahora está encarcelado en los Estados Unidos por cargos de narcóticos. Las autoridades de los Estados Unidos y Colombia están haciendo preguntas sobre el papel de su musculoso asesor estadounidense, una ex Boina Verde. Y docenas de combatientes desesperados que acudieron en masa a campos de entrenamiento secretos en Colombia dijeron que los habían dejado valerse por sí mismos en medio de la pandemia de coronavirus.