Argumentó que al ser el sector primario un factor elemental de la economía del Distrito I, deberá alzarse la voz y actuar en beneficio de su productividad y, más aún, de la calidad de vida de los trabajadores de la tierra. Ello, a través de estrategias redistributivas hacia el Anexo 11 correspondiente al Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable.
“La reducción a este anexo del 4.6 por ciento en términos reales, aprobado en el 2020 y la desaparición de la vertiente financiera ha provocado grandes afectaciones a la productividad del campo. Se eliminaron los recursos para programas que ayudaban a los campesinos a mejorar sus ingresos, entre ellos Crédito Ganadero a la Palabra y Programa de Fomento a la Economía Social”, apuntó.
En consecuencia, agregó, “mujeres y hombres del campo han visto nuevos obstáculos para avanzar en la modernización, la tecnificación y el mejoramiento de caminos rurales, lo cual, repercute directamente en la calidad de vida de miles de familias queretanas”.
Será a través de una estrategia legislativa para la redistribución de recursos hacia el campo mexicano, que Sonia Rocha Acosta prevé una mejora en el acceso a programas y acciones que potencialicen las capacidades de los campesinos y con ello, hacer de éste sector “una palanca del desarrollo en Querétaro” en tiempos de parálisis económica.