La primera, sostuvo, es el hecho de pretender que esta consulta coincida con la elección de todos los diputados federales del país, de 12 gubernaturas y miles de alcaldías, “pues el presidente ya fue electo, entonces se trata de una reelección, no de una consulta”.
Dorantes Lámbarri explicó que, en la experiencia de los países que cuentan con esta figura como Argentina, Cuba, Colombia, Estados Unidos, Perú, Suiza, Bolivia, Ecuador y Venezuela, solo en estos últimos tres existe la revocación de mandato respecto de la figura del titular del Poder Ejecutivo y el periodo en el que se puede solicitar, ninguno de ellos, coincide con el día de las elecciones.
Recordó que al día de hoy, esta figura de revocación de mandato no existe en México por lo que se está llevando a cabo en la cámara de diputados la reforma al Artículo 35 Constitucional, para que sea contemplada dicha figura.
Fuera de la revocación, de estar de acuerdo en que siga gobernando el país, el presidente del PAN explicó que nuestra Constitución ya prevé mecanismos de sanción a la figura del presidente como la declaración de procedencia de delitos y el juicio político.
Además consideró que no se platica nada acerca de la posibilidad (hasta ahora nula) de que pierda una de sus consultas a modo, sin reglas claras, donde él decide discrecionalmente dónde coloca las boletas, sin supervisión; es decir, en un total desastre “¿qué pasaría si no resultara favorable la consulta?, el costo económico y de estabilidad social de una nueva elección no se considera ni se discute”, sostuvo.
Por último, afirmó que desde 1934 con Lázaro Cárdenas absolutamente todos los presidentes han terminado su mandato, abonando con ello a la democracia y que “esta figura de revocación de mandato nos llevaría como hasta el día de hoy: a tener un presidente permanentemente en campaña, distrayéndose de sus funciones de gobierno, lo cual no resulta adecuado”.