Por BGG

Pinal de Amoles, Qro.- "La flaca" requirió de 5 horas de atención veterinaria para intentar salvar su vida luego de haber sido atacada por una persona en el centro de Pinal de Amoles.

Cerca de diez heridas de gran tamaño que requirieron de 52 suturas, una de ellas, que cortó los músculos del cuello hasta casi llegar a sus huesos, y aunque estuvo a punto de convulsionar, el animal indefenso llegó hasta las puertas de una familia que la acogió y la vió como un ser vivo con sentimientos, con ganas de vivir.
La impunidad, desinterés y falta de un reglamento que sancione el maltrato animal por parte del Gobierno Municipal, permiten que estos casos se repitan constantemente en ese, que es considerado el municipio más bello del estado de Querétaro por su cantidad de sitios naturales y en dónde sus habitantes por costumbre, colocan veneno, alimento con vidrios, lanzar aceite hirviendo y agreden con machetes y objetos punzocortantes a los indefensos animales; principalmente aquellos que viven en situación de calle, por los que nadie pregunta, por los que nadie se lamenta, ni vecinos ni las autoridades.
Los testimonios de pocas familias de ese municipio detallan casos como el ocurrido en 2017, cuando al menos una docena de perros amanecieron muertos, la causa aparente, pollo con veneno tirado intencionalmente por las calles y que incluso, fue lanzado al interior de algunos domicilios, sin que hubiera alguien detenido o por lo menos, una investigación por el riesgo sanitario que implica el uso de venenos.
Otros casos ocurridos de entonces a la fecha, hablan de comerciantes del mismo centro, que al ver perros de la calle, de forma intencional, les lanzan aceite hirviendo provocando quemaduras de tercer grado que ha derivado en la muerte de los caninos, sin que nadie denunciará, por temor o por omisión.
Cada semana, en ese municipio que destaca por sus cascadas, rutas y miradores turísticos, son conocidos casos de maltrato animal. La semana pasada apenas, tres perros fueron encontrados sin vida por presunto envenenamiento con alimento, que es consumido, evidentemente por el hambre que todos los días viven, una condición que se pueden ver, tanto en el centro de Pinal de Amoles, cómo en sus comunidades, en dónde desfilan perros desnutridos, con sarna y otros tantos, amarrados y expuestos a las inclemencias del clima.
"Todos los días yo les doy de comer a algunos perros que llegan a mi local. Apenas fue la campaña de vacunación en Pinal y decidimos como familia, juntar entre todos, para pagar la esterilización de siete perritos de la calle, una de ellas fué "la flaca"", dijo una de las vecinas del lugar, quien se encuentra hoy, resguardada por una familia que tuvo la voluntad de cuidar a un ser vivo que hasta hoy, en Pinal, no tiene voz.
Pocos pero valientes -alto al maltrato animal de los perros de la calle en Pinal, que tras conocerse, ha causado la indignación, enojo e impotencia, tras la agresión a "la Flaca", un caso que no es único y menos es aislado, que refleja dicen expertos en el tema; -un problema social y cultural- que no se ve a simple vista entre tantos árboles, cascadas y promoción de un turismo responsable con todos, menos con los perros que viven, en Pinal de Amoles.